FOTO: Carlos Noriega

30 de septiembre de 2020, Quito/Latacunga. – Durante el Paro Nacional 2019 en el Ecuador miles sino millones de fotos fueron hechas y publicadas. Debido a la censura en redes sociales, tanto en el momento como después del levantamiento, muchas de las imágenes y videos se han perdido. Ahora, un año después, seis fotógrafos y periodistas revisaron sus archivos y eligieron las fotografías que más evocaron el recuerdo del Paro.

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Fue fines de mayo del presente año cuando me crucé con un compañero fotoperiodista durante una marcha en Quito. Hace meses que no nos hemos visto ni escuchado, pero nos dimos un abrazo como si el Covid-19 fuese un cuento chino. Fue uno de estos abrazos que solo te lo das con personas de confianza, con las que has compartido tiempo y experiencias: un abrazo fraternal. Me acuerdo que no nos hablamos mucho ese día. Los dos sabíamos que el tiempo no sería suficiente para compartir nuestros pensamientos y sentimientos sobre lo que estaba pasando en el planeta. Pero la tristeza en su rostro podía expresar más que mil palabras.

Si hay una primera linea en el fotoperiodismo, este amigo querido ha estado allí, en aquellos días del octubre 2019. Él fue uno de los primeros fotógrafos en terreno, cuando el jueves 3 por la mañana l@s manifestantes rompieron las vallas en el Centro Histórico para ocupar a la Plaza Grande, frente al palacio del presidente. “Sabia que algo va a explotar, pero no pensaba que va a pasar tan rápido”, decía mi amigo en ese entonces. A partir de este día él estuvo cubriendo en las calles, en las universidades, en el Parque del Arbolito y frente a la Asamblea Nacional. Día tras día marchó con la gente, documentó los enfrentamientos sangrientos con la policía y los militares, y tragó tanto gas lacrimógeno que un día, ya al final del levantamiento, me decía que no podía más, que necesitaba descansar.

Descansó su cuerpo físico, claro, pero las heridas en el alma permanecieron. Son las heridas que llevamos tod@s adentro, las y los que hemos vivido el Paro 2019: las y los ahogados, las y los heridos, las y los desaparecidos, las y los encarcelados, las y los muertos. No se puede olvidar así de fácil los ataques cobardes de la policia a refugios de manifestantes, donde también durmieron niñ@s y mujeres. O los tiros a la cabeza de l@s jóvenes que lucharon por sus derechos. O los helicópteros que bajaron al techo de la Asamblea, trayendo mas bombas para lanzar a su propio pueblo. Las y los ministros de Estado parecieron superados de la situación. En lugar de escuchar, lo que exigía la gente a quien se deben, fomentaron la violencia en la calle. En un momento ya no hubo manera de manifestarse pacíficamente. El mismo Estado convirtió el Paro en un campo de batalla y el pueblo en su principal enemigo. Como si estuviésemos en una guerra.

Mi amigo estuvo en esta guerra, igual que otros miembros de nuestros equipos periodísticos. Tod@s salimos a las calles para romper el cerco mediatico, sabiendo que las y los compañeros indigenas ya estuvieron en camino hacia Quito. Sin embargo, la noche del domingo 6 de octubre los grandes medios de comunicación pronosticaron una jornada laboral y estudiantil absolutamente normal para el día siguiente, como si nada hubiese pasado. Era solo una pequeña parte de todas las mentiras que circularon en aquellos días y que fueron potenciadas por troll-centers que buscaban sembrar el caos. Era también por eso que seguimos fotografiando, filmando, escribiendo y compartiendo, para resguardar la memoria, pese a que sea sobre hechos dolorosos.

Afortunadamente no hubo heridos graves entre nuestros compañeros periodistas y fotógrafos. Lo que si: los sonidos y olores violaron nuestros cuerpos, igual que las imágenes que perturbaron nuestros sueños en las semanas que siguieron. Uno de esos cuerpos fue el de mi amigo. No hablamos mucho durante aquel encuentro en mayo. Pero si uno ha compartido experiencias como la del octubre 2019 no faltan palabras. Un abrazo y una simple mirada es suficiente para comprenderse.

 

Romano Paganini
Coordinador mutantia.ch

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+ + + Trabajo colaborativo entre Radio Periférik y mutantia.ch + + +