Manos de la Transición
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Un productor de semillas orgĆ”nicas, un constructor con barro, una empresaria textil que trabaja con materia prima de la región: El libro āManos de la Transiciónā une doce notas sobre personas en un camino de transformación. El objetivo del periodista Romano Paganini: alimentar a l@s que se quedan sin aliento.
āA veces hay que tocar fondo para rebrotar: con el cuerpo, las emociones, el alma, la esencia.ā AsĆ empieza el libro de Romano Paganini, quien se encontró en el sótano con su profesión de periodista despuĆ©s de una investigación sobre los monocultivos en Argentina. Cuatro dĆas estuvo de gira entre Rosario (Santa Fe) y Selva (Santiago del Estero) entrevistando mĆ©dicos, quĆmicos, ingenieros agrónomos, vecinos de los campos agrĆcolas y fumigadores. Quiso sentir, ver, oler y escuchar lo que tanto se escribe y se critica desde hace dĆ©cadas: el sistema agroindustrial. Y la realidad superó su imaginación. Ćl sabĆa que la agroindustria es un capĆtulo oscuro en la historia del planeta, pero no estaba consciente que se trataba de aquello que los vecinos afectados llaman genocidio silencioso.
Los cuatro dĆas en los monocultivos alteraron la vida del periodista profundamente. ĀæQuĆ© estoy haciendo? se preguntó. ĀæEs necesario que comunique algo tan nefasto puesto que ya existen suficientes malas noticias en el mundo?
Colucci, Portela, Belanko
El viaje en el 2012 fue el inicio del cambio en su enfoque, no solo como periodista sino como humano. Se dio cuenta de la manipulación constante de los medios de comunicación, también porque antes de llegar a América Latina trabajó diez años como periodista en Suiza, lugar de su nacimiento. Conociendo los mecanismos dentro del aparato de los grandes medios se dio cuenta del ciclo vicioso que los medios estÔn creando. Y no quiso colaborar mÔs.
AsĆ empezó su bĆŗsqueda por otros temas, cuestiones que existen pero que pocas veces son comunicadas. Por ejemplo, el trabajo del neo-campesino DamiĆ”n Colucci en Tandil (Buenos Aires), que desde el 2001 siembra sus campos de trigo y maĆz a caballo. O Gustavo Portela de Tilcara (Jujuy), que produce semillas orgĆ”nicas, uno de los pocos en toda Argentina. O el constructor Jorge Belanko de El Bolsón (Rio Negro) que transmite conocimientos ancestrales sobre la construcción de viviendas con materiales naturales como barro o paja. Sobre esa gente querĆa escribir Paganini. Y asĆ empezó su viaje.
āDar un salto evolutivoā
El libro relata la transición personal del autor tanto como las transiciones mĆŗltiples que se estĆ”n dando entre AmĆ©rica y Europa. En las entrevistas, reportajes y notas hablan arquitectos, inventores, campesinos, ex fumigadores, intendentes, periodistas, antropólogos y vecinos del barrio. El viaje lleva al lector desde Chile a Estados Unidos, EspaƱa, Italia, Suiza, Alemania y desde el sur hacia el norte de Argentina; la mayorĆa de los doce textos transcurren en el RĆo de la Plata. La pregunta central casi siempre es la misma: ĀæCómo podemos volver a vivir armoniosamente con nuestro entorno, sea la tierra o los humanos?
āManos de la Transiciónā quiere alentar a l@s que estĆ”n desilusionad@s sin haber perdido la esperanza para materializar el Buen Vivir. āQue los doce relatos sean una inspiración para el empoderamiento del lector, que se encuentre con sus propios dones y potencialidadesā, escribe Paganini en la introducción. āEs tiempo para (re)-activar el āgenio colectivoā como dice el permacultor Grifen Hope (Nueva Zelanda/Chile) y ādar un salto evolutivoā como destaca la arquitecta Isabel Donato (Salsipuedes, Argentina). SegĆŗn el economista post-crecimiento AlemĆ”n Niko Paech no estamos muy lejos: ātenemos todo para empezar con la transformación.āā
āEl Buen Vivir se va haciendo con lo que vos ya sosā
El Ćŗltimo texto se sitĆŗa en abril del 2017 de nuevo en Tilcara. DespuĆ©s de siete aƱos de aprendizajes fue tambiĆ©n la Ćŗltima estación del autor en Argentina; desde entonces sigue su bĆŗsqueda para el Buen Vivir en Ecuador, primer paĆs Latinoamericano que consideró la cosmovisión del Sumak Kawsay en su Constitución. Justo antes de seguir viaje recibió en Tilcara una lección de un antropólogo indĆgena. āEl Buen Vivir se va haciendo con lo que vos ya sosā, dice el Ćŗltimo tĆtulo del libro. La cita es de RenĆ© Machaca, consultor en el Ministerio de Educación de la Nación Argentina. Durante largas charlas en su casa pone el foco en el poder implĆcito de cada humano y dice:
āSi tĆŗ piensas que el poder estĆ” en el gobierno que no resuelve tus cosas el poder estĆ” afuera tuyo. Pero yo tengo, por ejemplo, el poder de sembrar mĆ propia comida, por lo menos la verdura. Mira la lana de llama que tengo acĆ” en el sillón. La comprĆ© a un artesano de la puna. Si existe la posibilidad para que Ć©l crĆe la llama, que se pueda vestir y alimentar gracias a la llama y ademĆ”s vender una manta no tenemos la necesidad de pedir la tela sintĆ©tica que te venden las grandes multinacionales. Producir algo con tus propias manos: ahĆ estĆ” el verdadero poder. ā
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