Les invitamos al lanzamiento de nuestra primera publicación impresa “Manos de la Transición”, mañana por la noche en Quito. La obra del periodista suizo-argentino y coordinador de mutantia.ch, Romano Paganini, reúne doce notas periodísticas en búsqueda de un tránsito hacia otras posibilidades de la realidad. En su reseña, el Mashi Vicente Chato Chango, de Tungurahua, concluye: “Es un libro que desafía al lector por su nueva propuesta metodológica que invita a descubrir la verdad, a través de las emociones, las sensaciones, las vivencias y los sueños”.
20 de abril, Ambatillo Marka (Tungurahua), Ecuador. – “Manos de la Transición” reúne doce notas periodísticas, escritas entre 2011 y 2017, en búsqueda de un tránsito hacia otras posibilidades de la realidad. En las entrevistas, reportajes y notas, se refleja también la transformación personal de Romano Paganini, periodista suizo, que vino a América Latina para sanar su mirada hacia el mundo. El autor logra pasar de un paradigma fundamentalmente racionalista a un compromiso con lo vital, en el que prima la búsqueda de la felicidad pero también la obligación de cuidar la “casa grande”, es decir, el planeta tierra, la naturaleza y la biodiversidad.
Las entrevistas reúnen las voces de arquitectos, inventores, campesinos, ex-fumigadores, intendentes, periodistas, antropólogos y vecinos del barrio. El viaje lleva al lector desde Chile a Estados Unidos, España, Italia, Suiza, Alemania y desde el sur de Argentina hacia el norte; de hecho, la mayoría de los doce escritos transcurren en el Cono Sur del continente.
El autor cuestiona la validez del racionalismo cartesiano, lógica que en la actualidad podría expresarse en el aforismo: “pienso, luego destruyo”. A través de distintas entrevistas que Paganini realiza en varios países de Las Américas y Europa nos plantea la idea de que “otros mundos son posibles”, y que estos mundos pueden ser construidos a partir de otros principios y valores; a través de los doce artículos periodísticos que forman este libro, el autor va tejiendo su propuesta civilizatoria alternativa; en la primera escena, nos describe la manera en que una pareja de campesinos chilenos (Nana y Martín) concibe al amor y a las relaciones humanas a partir del reconocimiento del otro (y/o la otra), y del respeto a sus formas de pensar y sentir.
El artículo “Dormí dos años al lado de los agroquímicos” nos transporta a un mundo kafkiano vivido por Roberto Ríos, un ex fumigador de plantaciones de soya y otros monocultivos del norte de Argentina; de la lectura de este artículo se infiere que los cultivos transgénicos y, sobre todo, el uso de pesticidas pueden ocasionar enfermedad y muerte. Desde la lógica de las empresas agroindustriales que controlan el mercado mundial de alimentos, los trabajadores de sus plantaciones son “seres humanos desechables”, por lo tanto, las empresas no están obligadas a cubrir los gastos de salud o invalidez que el contacto con pesticidas y agrotóxicos puede provocar a estas personas.
Aunque no se lo dice expresamente, en este artículo se puede observar que lo que realmente le interesa a la agroindustria de los alimentos es que su negocio crezca, que las ganancias se privaticen, y que los gastos de las “externalidades” -atención médica, pago de indemnizaciones a los trabajadores, descontaminación de ríos y mares-, sean asumidos por toda la sociedad.
“En una de las entrevistas que constan en este libro, la arquitecta
Isabel Donato nos grita: ¡Abandonen las ciudades! Es una voz que clama
en el desierto y anuncia nuevos tiempos para la humanidad.”
En otro artículo incluido en este libro, Paganini nos muestra el caso de un grupo de familias que en su mayoría emigraron de la ciudad al campo para entrar en mayor contacto con la naturaleza. Estas se unen para defender los derechos de los campesinos y nuevos moradores a la tierra, al agua, y la soberanía alimentaria, que se encuentran seriamente amenazados por la inminente construcción de un proyecto inmobiliario de gran envergadura.
Además, nos habla de que el almacenamiento de las semillas campesinas cierra el ciclo de producción agroecológica. En el último artículo “El buen vivir se va haciendo con lo que vos ya sos” nos invita a pensar que la utopía del buen vivir no necesita construirse con elementos externos a lo que ya existe hoy, que ésta recoge y potencia varios elementos propios de la economía familiar campesina, la forma de vida de los pueblos originarios, la economía popular y solidaria, la reciprocidad y la ayuda mutua.
* * *
Mashi Vicente Chato Chango
Es el fundador de varias instituciones, entre ellas la Unión de Organizaciones Campesinas del Noroccidente de Tungurahua y también del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. Además es primer Presidente del Movimiento de Estudiantes Campesinos e Indígenas de Tungurahua (MECIT) y catedrático de la Universidad Estatal Amazónica, candidato a Prefecto de Tungurahua, e impulsor del Parlamento Kichwa, Campesino y Popular de la misma provincia. Adicionalmente fue el primer presidente e impulsor del Parlamento Plurinacional de los Pueblos del Ecuador y miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Pachakutik, durante dos períodos.
Es un reconocido activista social y ambiental y miembro de la CONAIE, defensor de los Derechos Humanos y las identidades de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador.
* * *
En una de las entrevistas que constan en este libro, la arquitecta Isabel Donato nos grita: ¡Abandonen las ciudades! Es una voz que clama en el desierto y anuncia nuevos tiempos para la humanidad.
Detrás de esta invitación hay un hecho evidente: el modelo de desarrollo del mundo occidental ha colapsado; en nombre del progreso se ha promovido la tala indiscriminada de los bosques, se han destruido ecosistemas frágiles, se han contaminado los mares y los ríos, se ha provocado la desaparición de miles de especies de plantas, así como de reptiles, aves y mamíferos; en nombre del progreso y la civilización, todos los días se vierten toneladas de basura y de veneno en los mares, se expulsan toneladas de gases tóxicos en la atmósfera; en nombre del progreso y la libertad de empresa, se condena al hambre y a la desnutrición a millones de niños en los países empobrecidos, mientras se desperdician diariamente millones de toneladas de alimentos, en las sociedades opulentas.
En el libro de Paganini se habla desde el testimonio vivencial, de seres humanos de carne y hueso, de hombres y mujeres trabajadoras, de campesinos, de personas humildes y de temáticas como la búsqueda de nuevas formas de convivencia humana, de sueños, de esperanzas, de diversidad, de buen vivir, de inclusión, de equidad y de justicia. El libro de Paganini es un libro que desafía al lector, no solo por su contenido, sino también por su nueva propuesta metodológica que invita a descubrir la verdad, ya no desde la rigurosidad racional, sino desde la profundidad de las emociones, las sensaciones, las vivencias y los sueños.
Texto: Vicente Chato Chango
Foto principal: Daniela Beltran
Edición y producción: Martu Lasso & Romano Paganini
Web y Redes Digitales: María Caridad Villacís & Victoria Jaramillo