Trabajadores bananeros: la explotación por la exportación 

Lluvia y calor, fumigaciones durante el almuerzo y un sueldo que no merece la palabra: las y los trabajadores bananer@s ponen el hombro para que los países del norte global tengan la fruta tropical en sus góndolas. Presentamos un fotoreportaje sobre la labor de una pequeña parte de las 200.000 personas que trabajan en la industria bananera del Ecuador. 

23 de agosto de 2020, Machala / Quito. – El primer llamado de emergencia por la situación laboral de l@s trabajador@s bananer@s durante la pandemia fue emitido pocos días después de que el gobierno ecuatoriano declarara el Estado de Excepción. En su escrito del 22 de marzo de 2020, la Asociación Sindical de Trabajadores Agrícolas y Campesinos (ASTAC) denunció el hacinamiento de l@s trabajador@s en los medios de transporte de las grandes empresas y la falta de equipos de protección. De hecho, según el presidente de ASTAC, Jorge Acosta, l@s trabajador@s tienen que comprar sus mascarillas y guantes con su propio sueldo que en muchos casos no llega ni a los 20 dólares por día. 

Cuatro meses después, debido a que l@s comerciantes rompieron con el pago del precio de sustentación por caja de 6.40 dólares establecido por el Ministerio de Agricultura y Ganadería a fines de 2019, ASTAC emitió otro escrito: “Esta situación ocasiona que los productores no puedan cumplir con sus obligaciones con alrededor de 80 mil trabajadores que están empleados en haciendas y fincas bananeras”. Durante estos meses de pandemia, los precios por caja cayeron hasta 2 dólares, producto de la sobreoferta, como informó la plataforma digital primicias.ec a inicios de junio. Por lo tanto, la Federación Nacional de Bananeros de Ecuador anunció que sus agremiados reducirán su producción en un 10 %.

Los juegos especulativos en las haciendas y la incertidumbre en los mercados internacionales afectan a las personas que se encuentran en la primera fase de la cadena del valor: las y los enfundadores, las y los cargadores, las y los fumigadores y las y los empacadores del banano. Y como ASTAC sigue esperando a que el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Agricultura responda, está circulando la idea de una demanda masiva en contra del Estado por la explotación laboral, debido a la “Ley Humanitaria” aprobada en mayo del presente año por la Asamblea Nacional. No sería un dato menor, ya que en el sector bananero se emplea a alrededor de 200.000 personas de forma directa y a dos millones indirectamente.

Hace un mes publicamos en mutantia.ch un reportaje sobre los negocios de exportadores grandes como Chiquita Banana con sede en Suiza. Hoy, nuestro enfoque es la labor ardua de trabajador@s bananer@s. Las fotos fueron realizadas a inicios de 2020 en los alrededores de Machala, Provincia de El Oro por el fotoperiodista quiteño Ramiro Aguilar Villamarín. Las imágenes ilustran lo que no se ve en las góndolas de los países del norte, donde buena parte de la producción bananera del Ecuador termina.

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Izquierda: Las cajas de banano para exportación son transportadas a un buque de carga en Puerto Bolívar, provincia de El Oro. – Derecha: Una trabajadora recoge las esponjas de los racimos, previo a su limpieza.

Izquierda: Empacadas para la exportación a Europa: bananas orgánicas, cosechadas aún verdes. – Derecha: Trabajadores del banano conversan en una plaza luego de su día de trabajo.

En las afueras de Machala, cuatro jornaleros del banano comparten sobre sus condiciones laborales. Muchas veces se enteran recién a la tarde, o a la noche, si trabajaran al día siguiente. 

Retratos de cuatro trabajadores del banano. De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Saúl, Luis R., Gerson y Luis.

Izquierda: En la industria bananera los sistemas de vigilancia son comunes en las áreas de trabajo. – Derecha: Un jornalero corta las manos del banano del racimo, acción que forma parte de la cadena de trabajo en la cosecha.

Izquierda: Trabajadores de Puerto Bolívar en uno de los puestos de revisión aduaneros. – Derecha: Trabajadora en la labor de etiquetado del banano, previo a su empaque.

Izquierda: Cada madrugada, de lunes a sábado, jornaleros salen al redondel de Pasaje, cerca de Machala, aspirando que algún capataz los elija para poder trabajar. – Derecha: Cientos de cajas son armadas el día de la cosecha.

Izquierda: Este es uno de los tantos tanques de mezcla de pesticidas de una de las empresas fumigadoras que se encuentran en una pequeña pista de aviación a las afueras de Pasaje, provincia de El Oro. – Derecha: Retrato de Mauricio: él trabaja realizando las mezclas de pesticidas en la pista antes mencionada.

12 a 14 horas de trabajo es vida cotidiana en la industria bananera del Ecuador, sobre todo en los días de cosecha: estación de lavado y empaque de banano en una plantación a las afueras de Machala, provincia de El Oro. 

Imágenes de la cadena de cosecha y empaquetado de banano – De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Limpieza con chorro de agua a presión, corte del racimo, desflore, pesaje, fumigación final y empaque.

A pesar de su edad, J. continúa trabajando. Él, como todos sus compañeros en el redondel de Pasaje, carece de seguridad laboral, trabaja el día a día, no posee seguro social y no cuenta con un plan de retiro, menos aún con algún tipo de jubilación.

Derecha: Las exportadoras de banano realizan chequeos como éste durante los días de cosecha, verificando que el producto esté en su punto óptimo de maduración. – Izquierda: La organización sindical o las asociaciones de trabajadores y jornaleros son escasas: la invitación a una reunión para organizarse, circulando entre los trabajadores.

La riqueza que la enorme industria del banano produce no llega a las y los trabajadores que, a sus hombros, cargan con todo el peso y riesgos de su producción.

Edición y producción: Vicky Novillo Rameix & Romano Paganini