Una semilla descubre el mundo

Ecuador, Cuba, España, Suiza: Las semillas de maíz de Damián Colucci de Argentina han llegado a la selva tropical, al Caribe e incluso al otro lado del Atlántico. Un reportaje fotográfico que muestra lo importante que es conservar semillas orgánicas.

21 de agosto 2019. – Damian Colucci, de Tandil, una ciudad medianamente grande del sudeste de Buenos Aires, trabaja la tierra desde 2001. De forma sistemática siembra semillas orgánicas, preferiblemente de la región. Sus semillas de maíz las recibió de un viejo agricultor tandilense, quien conservó las semillas durante décadas. A partir del 2013, la semilla empezó su viaje por el mundo: primero a la costa argentina, luego a Europa, al Caribe e incluso a la Amazonia ecuatoriana. Los agricultores y jardineros estaban encantados con las semillas orgánicas y las sembraron inmediatamente en sus tierras.

Debido al cambio climático, y a la incertidumbre relacionada con este fenómeno, es indispensable volver a cultivar la tierra y reconocer que la  agricultura, así como la conservación de las semillas, eran y son la base de cualquier cultura viva. Promueven la diversidad, fortalecen a los pequeños agricultores y a los jardineros aficionados, y al mismo tiempo, es una estrategia de supervivencia para aquellas personas que no quieren depender de productos agrícolas industrializados y semillas genéticamente modificadas.

El siguiente reportaje fotográfico documenta cinco años de viaje de una semilla que, ojalá, continúe cultivándose dentro de cien años.

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Arando a caballo. Desde hace casi veinte años, el agricultor Damián Colucci ha estado sembrando su semilla de maíz en el “Monte Callado”, cerca de Tandil, Argentina. Sus 100 hectáreas de tierra están rodeadas de soja y maíz transgénico para la producción de biodiesel y ganado en Europa y China. (Fecha desconocida – Mariana Magneres)


Después de que los miembros del Grupo “Paren de fumigarnos” de Mar del Plata ayudaron a Colucci con la cosecha de maíz en mayo de 2013, las semillas llegaron a la costa argentina. El autor también estuvo presente en la cosecha de Tandil y llevó las semillas a Santa Clara del Mar, su hogar en aquel momento. La foto muestra a uno de los vecinos preparando el terreno de la Huerta Atlántida para la siembra. La tierra pertenece a una familia de Buenos Aires y fue ocupada por los integrantes de la huerta… (Agosto 2013 – mutantia.ch).


Unos días después de haber enriquecido la tierra con compost, se sembraron las semillas. Prácticamente todas brotaron y unos meses más tarde dieron sus frutos. (Noviembre 2013 – mutantia.ch)


Una mazorca descubre el mundo. Las semillas del “Monte Callado” en medio del proceso de reproducción.  (Enero 2014 – mutantia.ch)


¡En guete – Enjoy your meal – Buen Provecho! Uno de los co-iniciadores de la Huerta Atlántida disfrutando del primer almuerzo con maíz como plato principal. Se cosecharon las mazorcas más hermosas y fueron almacenadas, para la próxima siembra, en un lugar seco y oscuro. Pronto el maíz del “Monte Callado” cruzará el Océano Atlántico. (Marzo 2014 – mutantia.ch)


Intercambio de semillas en Alcácer, en las afueras de Valencia, España. El agricultor Rául ha sacado sus semillas orgánicas y ahora las está intercambiando con semillas de Argentina. A la derecha: una mazorca de maíz de la Huerta Atlántida. En el medio: semillas de La Abajenia, una pequeña granja agroecológica en Jujuy, Argentina, en la frontera con Bolivia. (Junio 2015 – mutantia.ch)


El maíz de la Pampa argentina en medio de los Alpes suizos. Se desconoce si los colegas de Stierva, a 1.400 metros sobre el nivel del mar en el cantón Graubünden, pudieron cosechar. Al menos hubo buena voluntad.  (Junio de 2016, Erika Brenn)


En Cuba, en cambio, Liuvar Ojeda no pudo creer cuando hizo la primera cosecha. Con la excepción de unas pocas plantas con hongos, la semilla se desarrolló impecable en el Caribe. El agricultor utiliza el maíz para su propio consumo y como alimento para su ganado. (Junio 2018, Alejandro Ramírez Anderson)


Liuvar Ojeda ha plantado el maíz con el método Milpa. En la misma parcela, el maíz se siembra en combinación con calabaza y frijoles. Las tres plantas se complementan bien y también atraen a una gran variedad de insectos. (Junio 2018, Alejandro Ramírez Anderson)


El agricultor cubano entregó un puñado de semillas al fotógrafo Alejandro Ramírez Anderson en su última visita a Ecuador. Luego, cuando viajamos con un compañero Tamil, de Nueva Zelanda, a la selva amazónica, pasamos las semillas a Patricia Gualinga de la comunidad indígena de Sarayaku.(Agosto de 2018, Umesh Perinpanayagam)


Patricia, por su parte, las distribuyó inmediatamente a sus vecinas, quienes quedaron encantadas con el regalo argentino-cubano. El maíz de mayo de 2013 de Damian Colucci se siembra ahora en varios países con diferentes condiciones climáticas. (Agosto de 2018, Umesh Perinpanayagam)


Poco antes de la publicación de este reportaje fotográfico,  llegaron a mutantia.ch estas imágenes. A inicios del 2017 se sembró en Schlieren, un suburbio de Zurich, Suiza, el maíz de la Huerta Atlántida de Santa Clara del Mar. Cosecharon algunos magníficos ejemplares. (Septiembre de 2017, Marco Paganini)


Franziska Meister cosechando maíz en su jardín: Ella vivió en Bolivia durante varios años y allí aprendió a preparar varias recetas con maíz. (Septiembre de 2017, Marco Paganini)


Hoy Franziska cocina humitas andinas en el otro extremo del planeta y lo hace con una semilla de maíz que tiene su origen en algún lugar de América Latina.  (Septiembre de 2017, Marco Paganini)